lunes, 4 de abril de 2011

El "acuerdo"

No me había percatado de lo difícil que es ponerse completamente de acuerdo con otra persona. Combinar gustos, opiniones, ideas... Es sumamente engorroso. Llega un momento en el que sería ideal que cada uno hiciera su fiesta por separado y se reunieran para la noche de bodas (Jajaja). De todas maneras, uno cede y convence. Es un trabajo arduo. Sobre todo ceder... Digamos que generalmente las mujeres nos encargamos de determinadas cosas en la organización y se nos hace mucho más facil convencer al otro. Sin embargo, en algo... en algo hay que ceder. Tengo ideas concretas sobre determinadas cosas para la "fiesta". En mi cabeza están bien detalladas. Pero todavía no logré que otra persona las viera en su imaginación tallll cual las veo yo. Es por esa simple razón, que se genera el "roce". Y ahí interviene nuevamente ese mecanismo macabro en mi organismo, que es el que ya podríamos llamar "la sensación de la milanesa" (si es que vienen leyendo el blog desde el principio). Un simple comentario errado, una duda sobre mi idea, una expresión de no gusto... es el detonante. Y ahí me encuentro en la tíiiiipica frase trillada: "no es lo que decís, sino cómo lo decís". En esos momentos... me detessssto (aunque sea cierto). Debería aprender a disimular más mis emociones impulsivas. La próxima me encierro en el baño hasta que pase... Sobre todo cuando al otro día uno se levanta y se da cuenta que en ese caso, era mejor ceder. Por ende, cede... y convence del resto. ("Bueno, en eso tenés razón... pero el resto se hace como yo decía"... tampoco vamos a ceder demasiado... no vaya a ser cosa que se acostumbre). Nota: Encontramos acolchado. Lo mejor de todo fue regatear sin intención y llevárnoslo a menor precio...

No hay comentarios: